ZAMORA C.F. - HEMEROTECA

Adiós a un «annus horribilis»

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24.12.2012 | 10:12
Paz Fernández
Aunque todavía queda una semana para que finalice 2012, en el Zamora CF dan ya por zanjado un año que ha sido duro, durísimo para el club, sobre todo en los temas extradeportivos, aunque sobre el terreno de juego tampoco han faltado las complicaciones. Los problemas económicos han sido una constante que se ha mantenido en el aire y en la realidad rojiblanca a lo largo de doce meses y que nadie ha sido capaz de paliar hasta el momento aunque, sin duda, la peor noticia no tiene nada que ver con eso, sino con algo mucho más importante: la salud del capitán.
Agustín Villar sigue tratándose de su enfermedad tras una recaída a principios de esta temporada, una noticia que ha marcado, sin lugar a dudas, al vestuario y es que fue un golpe muy fuerte para todos los integrantes de la familia  del Zamora y para la afición, aunque la fuerza y los ánimos para el de Peleagonzalo no han cesado a la espera de que su recuperación sea absoluta.
Si se empieza el resumen anual en el aspecto puramente deportivo, lo cierto es que la primera plantilla rojiblanca comenzó 2012 con buenas expectativas. Los buenos resultados de la primera vuelta dejaban un colchón importante, aunque el entrenador siempre avisó de la dureza de la segunda parte de la Liga. Roberto Aguirre acertó en su pronóstico y lo que parecía que iba a ser una permanencia meridianamente fácil, se convirtió en una lucha contrarreloj  o, más bien, contra las jornadas. En varias ocasiones tuvo el Zamora la permanencia en su mano, pero desde la jornada 34 la situación se empezó a torcer e hizo temer lo peor. Había muchos equipos en la pelea por la salvación pero los rojiblancos tuvieron que dejarla para el último momento; empate en Lezama, derrota ante el Logroñés, y dos más ante equipos que ya estaban descendidos como fueron el Lemona y el Burgos. Precisamente el encuentro ante los burgaleses, en ese momento dirigidos por Miguel Ángel Álvarez Tomé, fue uno de los más preocupantes y es que los zamoranos terminaron ese penúltimo partido de Liga con los deberes sin hacer. Se llegó así, con todo en el aire, al último duelo de la Liga regular y el Zamora dependía de sí mismo. Viajaba a Salamanca con la UDS ya salvada, y la cosa se puso complicada cuando Sergio García (actualmente delantero del Zamora) ponía el empate tras el gol de Josete, y el portero Miguel era expulsado. Al final, el espíritu de la cantera se hizo hueco con un gol de Dani Mateos con el que se conseguía la permanencia y acabar décimo primeros.
Se acaba así el año deportivo al que siguieron las negociaciones para renovar a jugadores y al entrenador, Roberto Aguirre, todo envuelto en una crisis institucional que finalizó con la destitución de los vicepresidentes Esteban Rodríguez y Santi Nieto por parte del entonces presidente, Maxi Martín.  Comenzó así el periodo de fichajes, continuidad de futbolistas la pretemporada, la marcha de otros como la de Jesús Garretas al Cádiz,  y una competición oficial que ha estado marcada por dos aspectos; la cantera y los empates. El primero de ellos vino motivado por las bajas de hombres importantes para el equipo como Agustín y las que  han ido surgiendo como la de Manu Arias (rotura de húmero) y Sergio García (clavícula), aunque desde luego para todos ha sido una satisfacción ver como chavales de la casa llegaban al primer equipo como antes había sucedido con otros jugadores que ahora son indiscutibles del Segunda B. En cuanto a los empates también han sido una cuestión que ha acompañado esta campaña, llegando incluso a igualar el récord mundial de empates consecutivos.
De hecho, estos resultados se ven bien reflejados en el hecho de que con 18 jornadas disputadas, el Zamora suma 18 puntos y es tercero por la cola, aunque también hay que destacar que la mala suerte en ciertos momentos de los partidos, en concreto en las rectas finales, les ha pasado factura, puesto que ha habido duelos que han tenido dominados y  en los que merecieron mucho más.