FÚTBOL SALA ZAMORA - HEMEROTECA

Gol fantasma y derrota real (2-1)

Arrivi, que volvió a ser titular, nada pudo hacer en el primer tanto de Werner que igualó Carlos Alberto

El líder Puertollano se impone con un polémico tanto a un Arcebansa Zamora que estrelló dos balones en el larguero en una segunda parte de manual

 

26.02.2011 | 22:02

FICHA TÉCNICA

Puertollano    2
Arcebansa    1
Puertollano Fútbol Sala: Vigara, Contreras, Kikillo, Nano y Merino -cinco inicial-. También jugaron: Robert, Párraga y Werner.
Arcebansa Zamora: Arrivi, Juanpe, Pipe, Lolo Jarque y Carlos Alberto -cinco inicial-. También jugaron: Jonatan, Moi, Saúl y Carracedo.
Goles: 0-1, min.7: Werner aprovecha que la barrera se abre en una falta en la frontal para batir a Arrivi; 1-1, min.18: Carlos Alberto recoge un balón suelto en la frontal del área, regatea al portero y marca a puerta vacía. 2-1, min.22: Nano dispara a puerta, el balón pega en los dos palos, lo recoge Arrivi y el árbitro da gol.
Árbitros: Dirigieron el encuentro los colegiados andaluces Casanova Peragón y Vera Montoro. Mostraron amarillas a los visitantes Juanpe, Saúl y Moi; y a los locales Merino y Contreras.
Incidencias: Partido disputado en el Pabellón Antonio Rivilla de Puertollano ante algo más de quinientas personas.


Angel García


Probablemente el «Antonio Rivilla» acogió uno de los partidos más bonitos de toda la temporada en División de Plata. Puertollano y Arcebansa Zamora tributaron un partidazo al más de medio millar de aficionados que demostraron que el fútbol sala en la localidad manchega está en crecimiento, al menos en cuanto a afición. Algo diferente es lo que ocurre fuera de la pista, donde el Puertollano sufre y sigue dejando pasar el primer minuto de la primera mitad en forma de protesta.


Los detalles fueron cruciales. Dos errores en la primera mitad, uno por cada equipo, y un gol fantasma en la segunda, le dieron el triunfo al Puertollano. El Arcebansa pegó dos palos en el tramo final de la segunda parte y se vació sobre el cuarenta por veinte para de nuevo ver como no conseguía premio en un final de infarto. Dos a uno para el intratable líder que sigue sumando récords y está más cerca de División de Honor.
Tal y como se esperaba, el duelo iba a ser igualado en sus albores. Con los dos equipos frescos, y el Arcebansa entero físicamente, parecía claro que los de Juanito podrían aguantar el arreón inicial de un Puertollano que atesora mucha calidad en sus zapatillas. Los zamoranos fueron capaces de neutralizar ese inicio, también condicionado por el cinco inicial que presentó David Ramos, de contención. Las ocasiones fueron escasas en los compases iniciales y ambos conjuntos eran conscientes de lo que se jugaban. Ninguno exponía más de la cuenta y ambos técnicos habían aleccionado bien a sus pupilos.


Sorprendió de inicio también la presencia de Javier Arrivi en la portería. El gallego no había vuelto a ser titular desde la primera jornada de liga, en la que cayó lesionado. Ayer, Juanito decidió apostar por el veterano guardameta y lo cierto es que en la primera mitad estuvo correcto. Eso sí, no pudo hacer nada en el 1-0 del conjunto local. Werner, probablemente el jugador con más talento de todos los que había en la cancha fue más listo que el resto. En una falta al borde del área atisbó la posibilidad de colar el esférico por el lado de la barrera, entre los dos jugadores del Arcebansa. Saúl y Moi se abrieron en el momento de la ejecución y Arrivi solo pudo mirar como el cuero se metía por el palo opuesto al suyo.


Hasta ese momento, el Arcebansa había aguantado bien las jugadas de un Puertollano que abusaba del balón al pívot, y con eso creaba peligro, aunque no ocasiones claras de gol. Tras la diana local, los de Juanito pasaron unos malos momentos, que los llevó a verse encerrados en quince metros, a sabiendas de lo definitivo que podía resultar encajar una segunda diana.


Pero a medida que se acercaba el descanso, el Puertollano parecía conformarse con el empate y el conjunto tricolor subió líneas en un intento de presión. Esto obligó al cuadro de David Ramos a cometer más faltas de las debidas, lo que le llevó a tener cinco faltas en el último tramo de este acto.


Y cuando parecía que el 1-0 era el marcador con el que se llegaría al descanso, Moi y Carlos Alberto tuvieron más fe que el rival. Kikillo jugaba de último, se tropezaba, le robaba la pelota Moi y el cuero quedaba en la frontal. Carlos Alberto recogía el esférico, recortaba al meta y hacía el empate en un buen gol que hacía que los jugadores se encaminaran a vestuarios con esas tablas.


En la reanudación, el choque siguió con un ritmo vibrante, lleno de calidad aunque con pocas ocasiones de gol. Tan pocas, que el único tanto de la segunda mitad, a la postre el del triunfo local, se produjo en una jugada dudosa. Son de esos goles denominados fantasmas. Nano golpeaba desde la frontal, el cuero se estrellaba en un palo, iba al otro, y Arrivi recogía el cuero. Los árbitros daban el tanto, y el gallego se llevaba una amarilla por protestar.
Pese a ese tanto psicológico, por la forma de producirse, el Arcebansa no se descompuso, incluso fue mejor en muchas fases del duelo que Puertollano. Moi, en dos ocasiones, mando el balón a la madera. La primera tras una gran jugada de Lolo Jarque que terminó con una vaselina del gaditando que pegó en el travesaño; y la segunda, medio minuto después, tras una jugada ensayada que ejecutó Pipe y que Moi mandó a la cruceta en un tiro de espuela.


Pese a esos dos golpes de mala fortuna, el conjunto de Juanito siguió con fe en busca de, al menos, el empate. Le jugó de tú a tú al intratable líder, que tuvo que bajar un poco sus líneas para no verse desarbolado por un Arcebansa pletórico en lo físico, pero errático en los últimos metros. También es cierto que enfrente estaba el portero menos goleado de la categoría.


Se entraban en los últimos minutos con el 2-1 para Puertollano, y a falta de cinco Juanito decidió jugársela con portero jugador. Nada más salir, Carlos Alberto tuvo el empate en sus zapatillas, pero Nano, debajo de los palos, evitaba el empate. Hubiera sido un tanto psicológico nada más poner en práctica el portero jugador. Ese balón no entró, pero el FS Zamora siguió trabajando el cinco para cuatro. Tuvo otra ocasión clara después de una triangulación rápida, pero no fue capaz de definir bien. Por el contrario, Puertollano no tuvo ninguna para sentenciar cuando defendía de cuatro, pero sí que Arrivi tuvo que emplearse a fondo para evitar un tanto de Merino en un ataque estático.


El último ataque, más con corazón que cabeza, hizo que la afición local contuviese la respiración, pero aguantó el Puertollano y el partido acabó con 2-1. Al menos, los rivales directos del Arcebansa por jugar la fase de ascenso volvieron a pinchar. El resultado que más sorprende es la derrota del Burela ante Cáceres, otra prueba más de lo que cuesta ganar en esta División de Plata.