FÚTBOL SALA ZAMORA - HEMEROTECA
El Arcebansa Chint no remata al Lobelle y los árbitros le dan la puntilla

El equipo zamorano encaja dos goles en los últimos 25 segundos, uno de ellos tras pitar el colegiado una falta a su favor, y sufre tres expulsiones
06.04.2010 | 23:04
A. Lobelle 6
Arcebansa 5
Lobelle de Santiago: Marcos, David, Leitao, Pola y Alemao –cinco inicial-. También jugaron: Luis, Juan Puertas, Eka y Rafael.
Arcebansa Chint Zamora: Gus, Rogerio, Contreras, Justo Cáceres y Marcelo –cinco inicial-. También jugaron: Pipe, Pavesio, Israel y Raúl Campos.
Goles: 0-1, min. 3: Marcelo culmina una jugada de contragolpe y anota tras regatear al meta; 0-2, min. 11: Pavesio fusila al portero con un disparo a la escuadra; 1-2, min.16: Eka empuja a gol un balón muerto en el corazón del área; 2-2, min. 27: Leitao gira sobre si mismo y bate por bajo a Gus; 3-2, min. 29: Alemao, con un fuerte disparo desde la frontal; 3-3, min. 31: Israel culmina una gran jugada colectiva del FS Zamora al segundo palo; 3-4, min. 35: Campos de doble penalti; 3-5, min. 36: Campos aprovecha un balón muerto para marcar; 4-5, min. 37: Aicardo desde la frontal; 5-5, min. 40: Eka a la media vuelta desde el pívot; 6-5, min. 40: Juan Puertas, a puerta vacía.
Árbitros: Dirigieron el partido los colegiados Arce Ruiz y De Juana González. Mostraron amarillas a los locales Alemao, Juan Puertas, Eka y Leitao; y a los visitantes Israel y Javi Serrano. Expulsaron a los visitantes Marcelo, Israel, Gus y al auxiliar José Luis Maíllo.
Incidencias: Partido disputado en la noche de ayer en el Pabellón Fontes do Sar ante algo más de medio millar de aficionados en los graderíos.
Santiago, Ángel García
Once y media de la noche. Los equipos en vestuarios, duchándose. Los aficionados evacuando el Pabellón Fontes do Sar. Los árbitros en su caseta, redactando el acta. Hasta ahí todo normal. Los cauces habituales de un partido cualquiera. Con la salvedad de que en la puerta de los árbitros hacían guardia dos efectivos de la Policia Nacional, que tuvieron que escoltar a los colegiados en la salida de la cancha.
Los jugadores y el cuerpo técnico se comían a los trencillas al término del duelo. Cuarenta minutos luchando, peleando, sufriendo y aguantando a un equipo que tiene individualidades y un grupo magistral, que ha sido capaz de ser subcampeón de Copa y de Supercopa. Cierto es que eso no tiene que ocultar las carencias del equipo, aunque el único debe del partido de ayer fue no matar el partido cuando se pudo. Gus, Marcelo y Contreras tuvieron tres ocasiones a puerta vacía para hacer el 3-6, pero los tres fallaron.
Pero vamos a invertir el orden cronológico. Restan cuatro segundos para el final. El Lobelle de Santiago tiene el partido empatado y ataca para marcar el gol del triunfo. Aicardo juega por banda derecha, muy cerca del área defendida por Gus. El jugador andaluz se lleva por delante en su bloqueo a un jugador del Arcebansa Chint Zamora y el colegiado más cercano a la jugada hace sonar el silbato. El balón, que estaba huérfano en la frontal del área es empujado por Juan Puertas.
El árbitro, mostrando su nivel de valentía, y con el brazo indicando la portería de Lobelle, por la falta señalada con anterioridad, trata de hacer ver que su silbido no ha sonado y da el gol como válido. Los jugadores del Lobelle lo celebran incrédulos, los aficionados se mofan en los graderíos, y los jugadores del Arcebansa Chint Zamora se comen al colegiado. El trencilla, obviamente, no se retracta porque ha fallado, sigue la acción y acaba expulsando a Israel, Gus y Marcelo, estos dos últimos con roja directa, porque tratan de hacer entrar en razón a un colegiado cobarde en su decisión.
Marcelo, en declaraciones a un medio gallego, asegura que «a uno le dan ganas de retirarse viendo esto». Las radios gallegas cierran sus emisiones en directo agradeciendo al árbitro la acción y compadeciéndose de Zamora por el «robo» -palabra textual de los compañeros gallegos- que ha sufrido.
Con todo esto en el aire, y con la sensación de decepción y de rabia a la vez marcada en el rostro, los futbolistas abandonan el pabellón más de una hora después del término del partido. Los árbitros se recrean en el acta y certifican las rojas directas a Marcelo y Gus. Gus se fue a la calle por decir: «¿No ves que has pitado antes? Nos estás robando»; mientras que Marcelo fue expulsado por decir: «Echame a mi también, joder».
Antes, cuarenta minutos de esperanza. Lucha, entrega, garra y todos los valores que se le venían demandando a este equipo. El Arcebansa Chint Zamora plantó cara a todo un Lobelle de Santiago, tercero en la clasificación, subcampeón de Copa y de Supercopa. El partido se encarriló muy pronto. Marcelo primero, y Pavesio después, que reaparecía después de un mes de lesión, ponían la esperanza en el FS Zamora. Antes del descanso, Lobelle acortó distancias en un barullo en el corazón del área.
El descanso le vino bien al equipo dirigido por Padú. Cierto es que la posesión fue de Lobelle, puesto que jugaba en casa y suele ser una marca de los equipos de Padú, dejar al rival tener la posesión. Mientras, los zamoranos se limitaban a defender con uñas y dientes cada balón y trataban de aprovechar el contragolpe.
La segunda mitad siguió el mismo decorado, solo que hubo un ingrediente que no había existido con anterioridad. El Arcebansa Chint Zamora tuvo capacidad de reacción. Los santiagueses le dieron la vuelta al marcador antes de la media hora. 3-2 y el partido que parecía muerto, vista la nula capacidad de reacción de los zamoranos en los últimos duelos. Pero los de Padú sacaron fuerzas de flaqueza y volvieron a darle la vuelta a base de corazón.
Primero Israel, tras un gran servicio de Pipe, y un doblete de Raúl Campos ponían otro esperanzador 3-5 en el electrónico que casi finiquitaba el duelo a falta de cuatro minutos y medio para el final del choque.
Pero entonces llegó otra de la claves del enfrentamiento. Lobelle jugó con «portero jugador» y acortó distancias. El miedo se notaba en las piernas de los zamoranos. Y faltó la puntilla. Gus, Marcelo y Contreras tuvieron la sentencia en sus botas con tiros a puerta vacía y que se fueron rozando los palos. Y ya se sabe, cuando perdonas lo pagas, o te lo hacen pagar.
A falta de 24 segundos, Lobelle empataba el duelo y se daba el empate como mal menor. Pero cuando restaban cuatro segundos sucedió la película, entre de miedo y de comedia, del gol de Lobelle, cuando la realidad mandaba lanzar un doble penalti a favor del Arcebansa Chint Zamora.
Parece que el Arcebansa Chint Zamora tiene que descender por decreto a División de Plata. A parte de los méritos o deméritos que hayan hecho los jugadores, que son muchos, el partido de ayer podía haber cambiado la dinámica. De doble penalti a favor, a gol en contra en un segundo, la misma que tardó el árbitro en retractarse. Hoy, a rezar para que Benicarló pierda.