Caja Rural Tintos de Toro despide la campaña con una sonrisa

Obenasa Nav.   65
C.Rural T.Toro       74
(13-20) (19-16) (15-12) (18-26)Obenasa Navarra: Begoña García (11), Naiara Díaz (14), Amra Dapo (20), Paula Segui (4) y Dennet (10) -quinteto inicial-. También jugaron: Podesvova (4), Arregui, Asurmendi (2), Arias y Perlic.
CD Zamarat Caja Rural Tintos de Toro: Mariona Ortiz (9), Aja Parham (15), Bernice Mosby (9), Daria Mieloszynska (9), Taru Tuukkanen (16) -quinteto inicial-. También jugaron: Niedola (4), Gimeno (6), Varas (1), Henna (3), Alba García (2) y Alba Miguel.
Árbitros: Dirigieron el partido los colegiados Uruñuela y Cubero. Sin eliminadas.
Incidencias: Partido disputado en el Pabellón de Arrosadía ante algo más de quinientas personas en los graderíos.
Ángel García, Pamplona
Era el día de las despedidas. Obenasa Navarra y Caja Rural Tintos de Toro daban carpetazo a una temporada que finaliza con disparidad de objetivos cumplidos. Los dos conjuntos salían a competir en el mes de octubre con una misma meta, la permanencia. Las zamoranas eran novatas en la categoría, mientras que las navarras habían conseguido una bola extra en la máxima competición de baloncesto femenino de nuestro país. El Obenasa descendía la temporada pasada y la renuncia de Extrugasa a competir por falta de liquidez económica les daba a las pamplonicas una segunda opción de mejorar situaciones, pulir errores y permanecer en la Liga Femenina. Lo dicho, los dos conjuntos partían con el mismo reto, pero solo el Caja Rural Tintos de Toro ha logrado conseguirlo. Afortunadamente para las nuestras, y después de una temporada irregular, como estaba previsto, la salvación se conseguía con el triunfo ante Burgos en el Pabellón Municipal Ángel Nieto.
No solo era una despedida de la competición. Dulce para las visitantes y realmente amarga para las locales. También era una despedida de muchas de las jugadoras que han pasado a la historia del club naranja por formar parte de la primera plantilla que ha disputado la Liga Femenina en la capital del Duero. Muchas de ellas hacen hoy sus maletas y vuelven a su lugar de origen. Otras aguantarán un poco más en nuestra ciudad. Pero el hecho es que el caminar en la primera división ya ha terminado. Afortunadamente es un punto y seguido. La salvación se consiguió hace semanas y el año que viene, los mejores equipos de España, y algunos de los mejores equipos de Europa, volverán a pasar por el municipal zamorano.
Ahora llega el momento de saber qué jugadoras volverán a Zamora en torno al mes de agosto o septiembre para emprender un nuevo viaje con el Caja Rural Tintos de Toro, o en definitiva con el CD Zamarat, independientemente de los apellidos que le pongan. Poco se sabe de continuidades, renovaciones o fichajes. Y es que una de las malas cosas que tiene esta liga es su escasa prolongación en el tiempo. De octubre a marzo compitiendo. Medio año en las canchas y otro medio sin paladear deporte. Está claro que cuando los aficionados, e incluso personas dentro del propio club, le estaban cogiendo el gusto a la competición y estaban disfrutando de verdad con los encuentros, la campaña ha tocado a su fin.
Unos aficionados, por cierto, que ayer también estuvieron presentes en el pabellón de Arrosadía. No era un número excelso, pero sí lo suficiente como para hacerse notar. Al igual que en Hondarribia. La creación de la peña «Sueño Naranja» es otro de los puntos a favor que ha tenido el club esta temporada. Un hecho, por otro lado, que ya habrá tiempo para destacar en próximos días y semanas.  El tiempo de valoraciones y balances será amplio, por lo que tampoco es menester anticiparse.

Y es que al margen de despedidas de competición, «hasta prontos» o «hasta luegos» de jugadoras, ayer se disputaba esa última jornada del campeonato. Así, con una parte de la mente descansada, liberada y sin tensión; y la otra parte con el regusto siempre amargo de despedir a las que han sido tus compañeras durante siete meses, encaraba el choque el Caja Rural Tintos de Toro.
El duelo comenzó con mucha igualdad en el luminoso y con los dos equipos con su equipo de gala. Pese a no jugarse nada, ambos entrenadores salieron con sus mejores jugadoras a la cancha. Ambos querían llevarse la última victoria del año y las primeras ventajas fueron para el equipo local. Una Naiara Díaz muy inspirada amenazaba siempre desde el perímetro. Además, el juego de Begoña García desde fuera siempre generaba incertidumbre en la defensa naranja. Pero las de Juan de Mena también estaban con ganas de terminar con triunfo y un primer triple de Mosby abrió un camino que sirvió para que el Caja Rural Tintos de Toro se pusiese por delante. Además, un parcial de 0-7 permitió a las de Juan de Mena abrir la primera brecha en el luminoso.
Rupérez, entrenador local, vio que el duelo podía irse y plantó una zona que en defensa que de nuevo fue efectiva. Un 9-0 de parcial volvió a darle aire al Obenasa en el arranque del segundo cuarto.
Esos dos parciales importantes dieron paso de nuevo a la igualdad en el juego y en el marcador. La zona de Obenasa no era tan intensa como lo era al final del primer parcial y al inicio del segundo, y los puntos se fueron repartiendo. Parham se iba al asueto con dos triples y con diez puntos en su cuenta. Por las navarras destacaba Amra Dapo con diez tantos, seguida por Naiara Díaz, que sumaba tres triples convertidos al descanso.
En la reanudación, el Caja Rural Tintos de Toro volvió a estirar el marcador. Llegó a ponerse con ocho puntos de ventaja y Juan de Mena empezó a repartir minutos a todas las jugadoras. Esas rotaciones y la intensidad de las navarras volvió a poner el encuentro en un margen muy estrecho de diferencia. El tercer periodo terminaba con un puntito de ventaja para las zamoranas.
El cuarto decisivo fue mejor gestionado por las visitantes. Juan de Mena no quiso parar mucho el partido pidiendo tiempos muertos. Su objetivo, que el equipo paladease el último partido. Un partido que se llevaría el Caja Rural Tintos de Toro que acaba con nueve victorias y décimo en la tabla en su estreno en Liga Femenina. Además, el triunfo de ayer tiene más valor, ya que la victoria fue para el cielo en una semana en la que Juan y José de Mena perdían a su padre.