La ruta de los recuerdos

B. B. G.

El amor por la tierra se lleva en la sangre y de eso saben mucho los asociados en la Colonia Zamorana de Cuba, que organizan diferentes actividades para dar a conocer y difundir, al tiempo que también recuerdan, las tradiciones y costumbres del lugar de sus antepasados, una Zamora lejana en la distancia, pero no en la memoria.

Esta comunidad, a punto de cumplir los cien años de vida, organizó en su sede de La Habana unas ilustrativas jornadas que se centraron en el conocimiento de las costumbres y tradiciones de algunas comarcas de la provincia, como son Villalpando, Toro, Benavente y Sanabria, lugares bien conocidos por muchos de los socios de la colonia, debido a los recuerdos de sus antepasados.

Como en anteriores ocasiones, un gran número de personas se quiso acercar hasta la sede de la colectividad para participar en las jornadas informativas, donde tuvieron una destacada participación algunos de los socios, como fue el caso de Emilia Barrero o María de los Ángeles Lorenzo, la emigrante más joven de la colectividad, quien viajó desde su Puebla de Sanabria natal cuando solo tenía siete años, con el resto de su familia. Como en tantos otros casos, la precaria situación económica fue la que les hizo dar el paso. Para ellos, Cuba fue el destino elegido para buscar un futuro al ser su madre natural de esta isla.

Todos echaron de menos en este encuentro la presencia de Vicenta Ramos Morán, la emigrante más longeva de la Casa de Zamora en Cuba, por problemas de salud, aunque sí pudo estar su hija, quien transmitió a los presentes las vivencias de su madre. Las ponentes relataron su experiencia, ya que todas ellas tuvieron la suerte de poder regresar a Zamora y conocer de primera mano sus raíces.

<strong>Imágenes en la retina</strong>

Tras las intervenciones de estas mujeres, los socios también pudieron trasladarse en cierta medida a sus lugares de nacimiento a través de las imágenes que de esa tierra tienen en la retina, que esta vez también se proyectaron para todos, con el objetivo de disfrutar conjuntamente de los paisajes de la provincia zamorana a través de diferentes fotografías y vídeos, que se fueron exponiendo y explicando durante la jornada.

Como no podía falta en este tipo de encuentros culturales, el día finalizó con una representación de los más típicos bailes tradicionales de Toro y Benavente, ejecutados por el joven cuerpo de baile de la Colonia de Cuba en Zamora, que arrancó los aplausos de los asistentes. Como cierre, se hizo entrega a los asociados de las donaciones de ropa enviadas desde la provincia.