ZAMORA C.F. - HEMEROTECA

La directiva del Zamora muestra su apoyo a Rícar

El técnico del Zamora, Rícar, conversa con Nacho Merino, durante el entrenamiento que el Zamora llevó a cabo en la mañana del lunes en el anexo.

 El técnico rojiblanco sale reforzado tras la reunión que mantuvo con los dirigentes del club en la noche del lunes

11.11.2009 | 00:11
P. Antúnez
Hablando se entiende la gente. Eso mismo ocurrió en la noche del lunes en las oficinas del estadio «Ruta de la Plata» donde se mantuvo una reunión a tres bandas entre directivos, cuerpo técnico y jugadores del Zamora Club de Fútbol.
La derrota frente al Lugo por     1-2 volvió a abrir viejas heridas en el seno del club donde existe su buena preocupación por la trayectoria que el equipo lleva en las doce jornadas que se han disputado pero da toda la impresión que la larga charla mantenida el lunes aclaró muchos puntos y sobre todo sirvió para dar algo más que un voto de confianza tanto al cuerpo técnico como a los componentes de la plantilla.
El presidente, José María Casas, manifestaba ayer a LA OPINIÓN EL CORREO DE ZAMORA que «vamos a seguir confiando a muerte en la gente. La predisposición de técnicos y jugadores siempre ha sido bueno y ahora lo que hay que intentar es corregir esos errores que se están cometiendo y que nos están costando muy caros. Siempre he pensado que es muy bueno sentarse alrededor de una mesa, mirarse a la cara, hablar y escuchar las explicaciones de cada uno».
«El míster —continuó Casas— está muy tranquilo y eso también es importante. Es verdad que no estamos jugando bien, o al menos no estamos jugando como se esperaba pero queda mucho tiempo y muchos partidos por delante para hacer las cosas bien».
Casas piensa que la solución está en «encontrar una identidad y un equilibrio que nos permita ser más fuertes. Con esta reunión que se ha mantenido, a la plantilla le hemos intentado dar ánimos y les hemos hecho ver que no son inferiores a nadie y que pueden ganar a cualquiera».
De lo que ocurra en Eibar no va a depender, ni mucho menos, el futuro de Rícar al frente del equipo: «Es un partido en el que tenemos mucho que ganar y poco o nada que perder, otra cosa es que vayamos a Eibar y hagamos el ridículo o nos metan seis. Está claro que nadie, ni yo, tiene garantizado el futuro pero lo que sí quiero es que haya  la máxima tranquilidad y seguridad, y que la gente esté con confianza. Hay que seguir adelante», señala José María Casas que, a su vez, destaca: «Rícar fue una apuesta nuestra e insisto en que vamos a seguir confiando ciegamente en él y en su trabajo porque además pienso que hay potencial para estar tranquilo».
Por último, José María Casas recalcaba que «las cosas no están saliendo pero tampoco mal porque estamos a cuatro puntos de la fase de ascenso. Venimos de dos temporadas consecutivas de jugar un par de «play-offs» y parece que hay que estar siempre arriba por obligación y eso es muy difícil porque son muchos los clubes que persiguen ese objetivo. Mi idea es la de no tocar absolutamente nada si se puede, sólo si las cosas se pusiesen muy mal habría que hacer variantes pero repito que mi idea es seguir confiando en lo que tenemos».
De esta manera, Rícar y sus hombres podrán continuar trabajando con la tranquilidad que les puede dar este respaldo ofrecido por la directiva, un respaldo que debe perdurar más allá de Eibar, e incluso de lo que pueda ocurrir dentro de un par de jornadas cuando el Barakaldo visite el estadio «Ruta de la Plata».