Desastre inesperado (4-0)

Paz Fernández

 Dice el refrán que no hay peor cuña que la de la propia madera, y eso es precisamente lo que experimentó ayer el Zamora CF ante el Valladolid B, equipo que pudo contar con el exrojiblanco Jorge Hernández, delantero hecho en la cantera zamorana y que no solo logró desatascar a los suyos con el primer gol de la mañana, sino que lideró absolutamente el ataque blanquivioleta en la segunda mitad frente a un rival que fue de más a menos hasta terminar, prácticamente, por desaparecer ante un marcador desolador e inesperado.  

 Nada hacía presagiar lo que iba a recibir el Zamora en el anexo del Zorrilla y lo cierto es que los ayer visitantes tuvieron un buen inicio de partido, con ocasiones de adelantarse pero no fueron ellos sino el Promesas el que inclinó la balanza con un primer tanto en el minuto 40. En la segunda mitad, el equipo rojiblanco pareció totalmente entregado a un rival que cogió las riendas que no tuvo en el primer tiempo y aprovechó cada una de las debilidades rojiblancas para poner un 4-0 en el marcador.  

 Para este segundo encuentro de Liga Aguirre decidió no introducir cambios en su once inicial y tan solo uno en la convocatoria completa y es que Prada comenzó el encuentro desde el banquillo donde en esta ocasión no estuvo el canterano Raúl. En el resto los mismos jugadores totalmente dispuestos a continuar la progresión de los últimos 20 minutos disputados ante el Guijuelo, donde estuvieron cerca de dar la vuelta a un marcador adverso (2-3), pero no fue posible.  

 En esta ocasión los rojiblancos comenzaron intensos y pronto se hicieron con el control del encuentro. Las ocasiones llegaban, sobre todo a balón parado, pero el esférico no quería entrar. Un cabezazo de Carrillo, varias faltas botadas por Carlos Branco o un buen disparo de Carlos de Nava, tras una pared con Aarón, daban pie al mejor de los presagios y es que parecía que gol zamorano podía llegar en cualquier momento pero nada más lejos de la realidad que después aconteció.

Enfrente, el Promesas aguantaba como podía el chaparrón y trataba de hacerse hueco entre una defensa rojiblanca muy ajustada. A medida que se acercaba la recta final del primer acto, los locales empezaban a enseñar los dientes. Primero fue un disparo que se estrelló contra el palo y después apareció el más temido. Todos en el Zamora CF saben de lo que Jorge Hernández es capaz y ayer, cuando se cumplía el minuto 40 mostró su habilidad al empujar un buen centro desde la izquierda que le puso Carmona y que significó el 1-0. El de Sanzoles no celebró el tanto ante su exequipo que trataba de rehacerse, aunque parecía claro que el paso por vestuarios era imprescindible y es que el mazazo les había herido.

Con la reanudación del encuentro llegó el recital de Jorge Hernández, que se movía como pez en el agua entre líneas, y nada más empezar tuvo la mejor ocasión para sentenciar con un tiro que dio contra el larguero. La respuesta de los zamoranos fue positiva con una intentona de Aarón que resultó floja, a pesar de que llevó consigo un buen regate, pero a partir de aquí la máquina dejó de funcionar. Jorge Hernández tomó las riendas del ataque pucelano y abría juego constantemente a sus compañeros. Brian obligó a Miguel a esforzarse al máximo para rechazar un balón envenenado y eso era solo un aviso de lo que podía suceder. Que el Zamora CF no era el mismo de la primera mitad era una realidad innegable. El juego no ofrecía frescura y las fuerzas trataban de centrarse en defensa puesto que al filial pucelano se le veía con posibilidades de más. No se había cumplido el minuto 55 y Aguirre apostó por el cambio. Prada defendió de nuevo la camiseta rojiblanca en sustitución de Branco pero ni su experiencia en estas lides dio ayer resultado y eso que se intentó con un centro al que no llegó Arkaitz y otro segundo de Aarón que no encontró rematador. Lo único evidente es que Jorge era imparable y lo demostró con una buena arrancada que acabó en un córner a favor del Valladolid y el posterior cabezazo de Javi Navas que ponía el segundo tanto de la matinal en Zorrilla. Este segundo gol sí fue una puñalada al juego rojiblanco y, tras un gran paradón de Miguel, Javi Navas ponía el tercero tras un auténtico desbarajuste en la defensa, que no logró, en varias intentonas, despejar de forma fiable un balón que terminó por colarse al fondo de la red.

Parecía que todo estaba dicho pero no fue así. Tras los merecidos aplausos a Jorge, tanto de su nuevo público como de muchos zamoranos desplazados que valoraron su trabajo, el local Guille aprovechó los últimos compases para hacer el cuarto y definitivo. Se acabó así un encuentro en el que el Zamora CF ofreció dos caras pero que perdonó cuando el dominio y control era suyo. Ahora ya a pensar en el Logroñés y a aprender de los errores porque lo que también cierto es que esto solo acaba de empezar y queda toda la Liga por delante.

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