Último ensayo para el Zamora ante su público

Carlos Toyos

El laboratorio particular del Zamora, en el que Roberto Aguirre ha buscado como buen alquimista la mezcla ideal con la que destilar buen fútbol en el Ruta de la Plata y el resto de campos que visitará su escuadra en el Grupo I de Segunda División B toca hoy a su fin. Ese campo de pruebas llamado pretemporada se despide hoy con la visita en partido correspondiente a la Copa Federación de la Ponferradina. Un atractivo rival que, a la par de adversario por un hueco en la siguiente fase del trofeo regional, es el factor corrector del último test rojiblanco.
El Zamora llega a la contienda con un balance realmente bueno en esta pretemporada. Con tan solo una derrota encajada, la cosechada hace escasos días ante el Oviedo, los pupilos de Roberto Aguirre se preparan a recibir a otro gran equipo de potencial aún más temible que el de los carbayones: la Ponferradina.
Conjunto de Segunda División, llamado a ocupar posiciones cómodas en la categoría de plata, se presenta como un equipo inalcanzable para los rojiblancos, que no por ello bajarán los brazos ante su afición hoy a partir de las 20.30 horas.
Los jugadores del Zamora querrán demostrar que su evolución sigue siendo positiva de cara a su estreno liguero del domingo y, además, saltarán al césped con gran motivación por tener la oportunidad de tutear a un bloque de superior categoría. Sin embargo, el partido que realmente debe preocupar en el seno del equipo de Aguirre es el que tendrá lugar en Guijuelo a final de semana. Y, seguramente, el míster se encargará de que ese criterio se imponga a lo largo de los noventa minutos.
Para empezar, el técnico asturiano se guardará un par de ases en la manga. El primero, y más lógico, Miguel Santos. El interior zamorano regresó ya al trabajo con el resto de sus compañeros y se ejercitó ayer a buen nivel durante la sesión vespertina que se llevó a cabo en los Anexos. Sin embargo, tras muchos días en el dique seco Aguirre intentará ahorrarse la participación del zamorano para que llegue en las mejores condiciones posibles al domingo, siendo las bandas una de las zonas en las que aún faltan hombres por llegar a este equipo.
La otra baza que, con casi total seguridad, se reserve el entrenador del Zamora para el duelo de hoy ante la Ponferradina es Álvaro Montero. El ariete lleva días arrastrando molestias en su espalda debido a una sobrecarga muscular que ayer le obligó a trabajar en solitario. Desde luego, parece arriesgado dar minutos a un jugador «tocado» pudiendo este agravar su estado físico. No sería propio del entrenador.
Tampoco estarán, como viene siendo habitual, Iñaki y San Edmundo, bajas a las que se ha unido el meta Ángel con problemas en sus abductores. Los tres no podrán disfrutar de enfrentarse a todo un Segunda División como lo harán el resto de jugadores pertenecientes al filial y al equipo juvenil y que han estado trabajando en esta pretemporada que hoy, con el último test, toca a su fin.